¿Sabías que los signos fijos del zodiaco están relacionados con el momento en el que las estaciones del año se encuentran plenamente establecidas?

En astrología, los signos fijos representan la energía que sostiene y consolida. Son los que se encuentran en el centro de cada cuadrante astrológico, reflejando estabilidad y resistencia al cambio. Su función principal es afianzar y preservar aquello que ha sido iniciado.

Los signos fijos y su posición en los cuadrantes

Primer cuadrante: Tauro (tierra) fija el valor y la conexión con los sentidos.

Segundo cuadrante: Leo (fuego) fija la creatividad y los proyectos desde su brillo personal.

Tercer cuadrante: Escorpio (agua) fija la intensidad emocional y la transformación.

Cuarto cuadrante: Acuario (aire) fija las redes, las relaciones grupales y la comunicación colectiva.

Estos signos son conocidos por su resistencia a los cambios. En una carta natal con predominancia de energía fija, es común encontrar personas que valoran la permanencia, buscan estabilidad y prefieren lo que es predecible y concreto.


Tauro fija a través de los sentidos y lo que considera valioso, construyendo desde la solidez. Su energía se enraíza en lo tangible y lo placentero.


Leo brilla al fijar sus proyectos, dejando una huella a través de su creatividad y liderazgo. Su energía busca permanecer proyectándose hacia el futuro.


Escorpio fija desde la intensidad emocional, aceptando cambios profundos para transformar y sostener lo que realmente importa. Su apego está marcado por el valor de lo duradero.

Acuario, en cambio, fija desde las relaciones grupales y la conexión con los ideales compartidos. Su energía une lo individual con lo colectivo, impactando a la red desde una perspectiva única.

El eje Tauro-Escorpio y el eje Leo-Acuario

Tauro-Escorpio se enfoca en el valor y el desapego emocional: lo que valoro y conservo, versus lo que transformo para evolucionar.

Leo-Acuario trata sobre el equilibrio entre brillar como individuo y contribuir a una red en la que todos tienen su lugar.

Finalmente, los signos fijos se asocian al momento pleno de las estaciones: cuando la primavera, el verano, el otoño o el invierno alcanzan su máxima expresión.

Este simbolismo los conecta con la esencia de sostener, disfrutar y permanecer, evitando los extremos de los cambios o las transiciones abruptas.

Si en tu carta natal predominan los signos fijos, probablemente busques consolidar lo que valoras, evitando cambios innecesarios y enfocándote en aquello que te brinda estabilidad y propósito.

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