Es fácil perderse en las demandas del mundo. Lo complicado es darte cuenta de que te perdiste. Pero el primer paso hacia la reconexión es la conciencia. Reconocer que te desconectaste es el comienzo de todo.

¿Cómo reconectarte cuando te das cuenta que perdiste el rumbo?

  1. Para y respiralo. Lo primero es frenar. No te apures a arreglarlo. Solo hace un alto. Sentate, párate, respirá. A veces, lo que necesitamos no es una solución inmediata, sino un momento para parar de huir.
  2. Escuchate sin juzgarte. La desconexión viene de no escucharnos. A veces no queremos ver lo que sentimos porque nos asusta. Pero date permiso para escuchar. Pregúntate, ¿qué necesito ahora? No lo que los demás esperan, sino lo que vos necesitás.
  3. Pequeños gestos de autocuidado. Reconectar con vos mismo no requiere grandes gestos. Tal vez una ducha caliente, leer unas páginas de un libro, escribir lo que sentís. Volver a lo sencillo es un acto poderoso.
  4. Agradecete por el momento de conciencia. Cada vez que te das cuenta de que te desconectaste, te diste una oportunidad. La conciencia es la puerta que te trae de vuelta.

Deja un comentario